Un día, el Señor Gato es expulsado de su casa. Su dueño, harto de sus fechorías, lo ha tirado por la ventana. Casualmente aterriza sobre unas botas rojas y, con ellas y una gorra que encuentra en la basura, comienza a vagar en solitario por la ciudad. En seguida se encuentra con un conejo, cándido y necio, al que convence con su palabrería para que sea su compañero de aventuras. Los dos amigos están hambrientos y para conseguir comida tendrán que diseñar un buen plan que incluye el engaño y la astucia, además de contar con la ayuda de Elodie, que, sin proponérselo, conseguirá darle la vuelta a la historia.

Un álbum magistral del insigne creador Blexbolex que hace un guiño a algunos héroes imperfectos de los cuentos clásicos, como El gato con botas, y a los personajes de la picaresca. Se puede sacar el mejor partido de todo lo que nos ocurre, eso parece plantear el autor desde una historia llena de humor e ironía, sin verdaderas pretensiones aleccionadoras, salvo la de hacer pasar un momento inolvidable a los lectores. Un relato inteligente y unas ilustraciones retro, que nos recuerdan los primeros álbumes de Pere Castor.

Señor gato

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Un día, el Señor Gato es expulsado de su casa. Su dueño, harto de sus fechorías, lo ha tirado por la ventana. Casualmente aterriza sobre unas botas rojas y, con ellas y una gorra que encuentra en la basura, comienza a vagar en solitario por la ciudad. En seguida se encuentra con un conejo, cándido y necio, al que convence con su palabrería para que sea su compañero de aventuras. Los dos amigos están hambrientos y para conseguir comida tendrán que diseñar un buen plan que incluye el engaño y la astucia, además de contar con la ayuda de Elodie, que, sin proponérselo, conseguirá darle la vuelta a la historia.

Un álbum magistral del insigne creador Blexbolex que hace un guiño a algunos héroes imperfectos de los cuentos clásicos, como El gato con botas, y a los personajes de la picaresca. Se puede sacar el mejor partido de todo lo que nos ocurre, eso parece plantear el autor desde una historia llena de humor e ironía, sin verdaderas pretensiones aleccionadoras, salvo la de hacer pasar un momento inolvidable a los lectores. Un relato inteligente y unas ilustraciones retro, que nos recuerdan los primeros álbumes de Pere Castor.