modo de vida imperial
Una palta en la mesa del desayuno, el combustible en el tanque del auto o la batería de la computadora parecen haber llegado al mundo para estar en el exacto lugar que les toca, indiferentes a la sequía de los campos chilenos, a la contaminación de la tierra o a la sobreexplotación del trabajo temporario.
Del Norte al Sur global, para satisfacer las más ordinarias necesidades de un habitante cualquiera se pone en funcionamiento una intrincada maquinaria que articula mercados nacionales e internacionales, logística y legislaciones locales y fuerzas represivas en zonas remotas. El modo de vida imperial anuda el orden geopolítico a los hábitos más arraigados de la vida diaria y los expone en sus contradicciones.