Las clases han comenzado y Roberto tiene un gran problema: su maestra, la profesora Kirby, es un monstruo real, con piel verde y dientes puntiagudos, que ruge y deja sin recreo a los alumnos. Sin embargo, un sábado por la mañana, Bobby se encuentra con su maestra en el parque. Al principio quiere escapar de ella. Sin embargo, mientras ambos conversan, descubre que hay aspectos de la profesora que no imaginaba. De manera sorprendente, los dientes puntiagudos de la señorita Kirby desaparecen y su piel verdosa adquiere un tono más humano. Estos cambios persisten cuando Roberto regresa a la escuela el lunes... al menos la mayor parte del tiempo. 

Resulta muy divertido ver cómo a medida que Roberto y la maestra Kirby comparten tiempo, charlan y se divierten, el aspecto de ambos se va modificando conforme el entendimiento y la complicidad, avanzan. Todxs somos mejores a los ojos de lxs demás, si logramos sortear prejuicios y brindarnos a la aventura de conocoernos fraternalmente.