“El siglo XXI es testigo de una explosión artística sin precedentes. En la última década y media, nuevas bandas y solistas han surgido continuamente a lo largo y ancho del país, en lo que sin duda es una nueva Era de Oro para nuestro rock”. Alfredo Rosso
“Amigos, formemos una banda de rocanrol, / guitarras guardadas en el placard. / Ahora somos nuevos creadores de rocanrol, / tranquilos, todo va a estar más o menos bien” Él Mató a un Policía Motorizado
La noche del 30 de diciembre de 2004, la tragedia de Cromañón marcó un antes y un después en la historia del rock argentino. Comenzó un período marcado por las restricciones y la desaparición de muchos de los lugares pequeños y medianos donde las bandas under solían presentarse, y producir conciertos se transformó en una tarea casi imposible. El crecimiento de Internet y la telefonía móvil y la llegada de las redes sociales fomentaron que pequeños circuitos de bandas formaran sus propios sellos discográficos y se inclinaran por la autogestión a la hora de grabar, editar, distribuir y promocionar sus discos y presentarlos en vivo. Entre los diversos estilos y sub estilos del rock que tomaron la posta, influenciados por la ética de trabajo que pregonaban predecesores locales como Daniel Melero, Suárez, El Otro Yo, Fun People, Perdedores Pop y Estupendo, y del llamado rock independiente estadounidense, se configuró una escena indie local.
Una nueva camada de bandas. Una época. Una generación. El indie es más que un modelo de producción independiente: propone su propia estética tanto desde lo musical, como desde las letras y el aspecto visual, hasta sus discursos y una particular identidad sonora que se distinguen de otras vertientes de rock contemporáneo. Con epicentro en La Plata y en Buenos Aires, pero con aportes de varias otras ciudades argentinas, el más reciente recambio del rock argentino se forjó entre los vaivenes del desconcertante panorama post Cromañón. Esta es la historia de un entretejido de bandas y solistas que lograron abrirse camino por fuera de la industria e imponer sus propias reglas, con Él Mató a un Policía Motorizado y Los Espíritus como mascarones de proa y principales referentes de muchas otras como Bestia Bebé, Shaman Herrera, Prietto Viaja al Cosmos con Mariano, Mi Amigo Invencible, El Perrodiablo, Los Rusos Hijos de Puta, Viva Elástico, Las Ligas Menores, 107 Faunos, La Patrulla Espacial, Billordo, Javi Punga, Los Sub, Riel, Las Piñas, Go-Neko!, Las Armas Bs. As., Valentín y los Volcanes, Sué Mon Mont, Los Reyes del Falsete, Atrás Hay Truenos, Sr. Tomate, Mi Pequeña Muerte y Mujercitas Terror.
¿De dónde surgió, cómo se mueve y qué deja esta nueva escena?
Nicolás Igarzábal
Nicolás Igarzábal (Buenos Aires, 1985) es licenciado en periodismo y colabora en las revistas Rolling Stone, Viva y Access. Con diez años de trayectoria trabajando en medios gráficos, publicó notas de rock en el Suplemento Sí! del diario Clarín, en Ñ, La Mano, Hecho en Buenos Aires, Rock Road Mag, Stage-D, Desde Abajo y El Acople.com, y tiene tres libros de poesía editados de forma independiente (Rutina Caracol, Mi ansiedad es un perro pekinés y 20 poemas, 20 colectivos). Su primer recital fue en Cemento