Este relato tiene como escenario una residencia llena de personajes extravagantes, empezando por la casera, quien envía a los inquilinos más pobres a un cuarto diminuto coronado por un tragaluz. Todo comienza cuando una joven mecanógrafa accede a alquilar la ínfima habitación.

Nota del editor

Con la publicación de El cuarto del tragaluz celebramos nuestro décimo aniversario.

Por eso en este pequeño objeto quisimos conjugar voces del pasado y del presente: hay 130 años de diferencia entre las fechas de nacimiento del escritor y de la ilustradora.

Existimos gracias a un oficio antiguo en el que los libros se hacían con las manos, y a la literatura, que no tiene tiempo. También a los artistas, que siempre están regalándonos miradas nuevas.

Eso somos: una historia de años que se vuelve joven cada vez que un lector abre la tapa de un libro.