En Cuentas pendientes, Vivian Gornick cuenta su recorrido en el periodismo desde sus primeras letras en el Village Voice en 1969, desde donde militó por el feminismo hasta convertirse en una de las voces más representativas, hasta sus artículos en The New York Times o The Nation.

“A finales de 1970 un redactor del Voice me dijo: ‘Hay una concentración de las del movimiento de liberación de la mujer en Bleecker Street. ¿Por qué no te acercas a investigar?’. En cuestión de días conocí a Kate Millett, Susan Brownmiller, Shulamith Firestone y Ti-Grace Atkinson.”, dice Vivian en el libro.

En 166 páginas, la autora también de Apegos feroces y La mujer singular y la ciudad, recorre obras clásicas de la literatura universal y las relee a la luz del movimiento feminista.

 “Allá donde miraba veía sexismo: crudo y brutal, ordinario e íntimo, antiguo y omnipresente. Lo veía en la calle y en el cine, en el banco y en la frutería. Lo veía al leer los titulares, cuando cogía el metro, cuando me sujetaban la puerta para pasar. Y, lo más importante de todo, lo veía en la literatura. Al volver a muchos de los libros con los que me había criado, vi por vez primera que la mayoría de los personajes femeninos que los habitaban no eran más que monigotes carentes de sustancia y alma, que solo estaban allí para impedir o propiciar las peripecias del protagonista, que hasta entonces no había caído en la cuenta de que era casi siempre un hombre.”, escribe.

Cuentas pendientes entreteje la crítica literaria con las memorias de Gornick y vuelve a demostrar que, como ha dicho el movimiento feminista “lo personal es político”:

Leer a Gornick es comprendernos un poco más a nosotras mismas, distinguirnos en la mirada colectiva y desnaturalizar lo que parece que viene ya dado: “Cuentas pendientes es la celebración de la pasión de Vivian por la literatura, un homenaje a la lectura como forma de conocerse a una misma, una y otra vez, y sentir ‘el poder de la Vida con mayúsculas’. Pero, ante todo, es la oportunidad de reencontrarnos con la Gornick de siempre, con esa voz que tanto amamos y admiramos: valiente, incisiva y capaz de mirarse a sí misma”. 

*

(por Inés Hayes. Recuperado de https://www.pagina12.com.ar/422474-la-escritora-vivian-gornick-repasa-las-cuentas-pendientes-de )

cuentas pendientes: reflexiones de una lectora reincidente

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En Cuentas pendientes, Vivian Gornick cuenta su recorrido en el periodismo desde sus primeras letras en el Village Voice en 1969, desde donde militó por el feminismo hasta convertirse en una de las voces más representativas, hasta sus artículos en The New York Times o The Nation.

“A finales de 1970 un redactor del Voice me dijo: ‘Hay una concentración de las del movimiento de liberación de la mujer en Bleecker Street. ¿Por qué no te acercas a investigar?’. En cuestión de días conocí a Kate Millett, Susan Brownmiller, Shulamith Firestone y Ti-Grace Atkinson.”, dice Vivian en el libro.

En 166 páginas, la autora también de Apegos feroces y La mujer singular y la ciudad, recorre obras clásicas de la literatura universal y las relee a la luz del movimiento feminista.

 “Allá donde miraba veía sexismo: crudo y brutal, ordinario e íntimo, antiguo y omnipresente. Lo veía en la calle y en el cine, en el banco y en la frutería. Lo veía al leer los titulares, cuando cogía el metro, cuando me sujetaban la puerta para pasar. Y, lo más importante de todo, lo veía en la literatura. Al volver a muchos de los libros con los que me había criado, vi por vez primera que la mayoría de los personajes femeninos que los habitaban no eran más que monigotes carentes de sustancia y alma, que solo estaban allí para impedir o propiciar las peripecias del protagonista, que hasta entonces no había caído en la cuenta de que era casi siempre un hombre.”, escribe.

Cuentas pendientes entreteje la crítica literaria con las memorias de Gornick y vuelve a demostrar que, como ha dicho el movimiento feminista “lo personal es político”:

Leer a Gornick es comprendernos un poco más a nosotras mismas, distinguirnos en la mirada colectiva y desnaturalizar lo que parece que viene ya dado: “Cuentas pendientes es la celebración de la pasión de Vivian por la literatura, un homenaje a la lectura como forma de conocerse a una misma, una y otra vez, y sentir ‘el poder de la Vida con mayúsculas’. Pero, ante todo, es la oportunidad de reencontrarnos con la Gornick de siempre, con esa voz que tanto amamos y admiramos: valiente, incisiva y capaz de mirarse a sí misma”. 

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(por Inés Hayes. Recuperado de https://www.pagina12.com.ar/422474-la-escritora-vivian-gornick-repasa-las-cuentas-pendientes-de )