"Cuando el gran escritor portugués Fernando Pessoa decide en 1918 publicar 35 sonetos ingleses (“35 Sonnets”), uno de sus libros de versos en lengua inglesa (su primera lengua literaria), ya era un poeta consciente de su oficio, tenía treinta años de vida y desarrollado toda una estética basada en la despersonalización.

Había, por lo tanto, transitado por un amplio arco de escuelas y movimientos posibles: paulismo, interseccionismo, sensacionismo, neopaganismo, neoclasicismo… El soneto en cuanto forma lírica, es uno de los más tradicionalistas de la historia de la poesía. Y Pessoa veía en él, un nuevo (casi inevitable) desafío por conquistar. Pues es una forma conservadora, que exige un trabajo meticuloso con la palabra. Pessoa necesitaba incorporar esa pulsión isabelina para continuar estructurando ideas y sensaciones a su vasto proyecto literario. Un acontecimiento imprescindible para la evolución de su notable programa. No iba a ser tarea fácil. Felizmente (para nosotros, sus agradecidos lectores), lo hizo.

 

Los 35 sonetos ingleses fueron redactados entre 1908 y 1914. Tras su aparición, la publicación tuvo prensa, aunque bastante fría, puesto que celebraban la fuerza dramática y discursiva de cada pieza, pero le recriminaban al autor su afán por recrear, con demasiada exactitud, el genio de Shakespeare, el escritor isabelino por excelencia. En absoluto debemos desestimar estos poemas, como tampoco considerar la obra inglesa de Pessoa como una mera faceta de su poesía juvenil. Acaso lo más admirable y representativo que este autor escribió en inglés sean, precisamente, los 35 Sonnets, ya que articulan la expresión lírica más acabada de su sensibilidad analítica, penetrante y sagaz.

(...)

Los 35 Sonnets son de los mejores que ha dado el poeta en esa lengua extranjera asimilada durante su adolescencia en Durban, Sudáfrica, con una creatividad idiomática que asombra. Análoga, respetando las distancias, claro, a los metafísicos de Inglaterra (Andrew Marvell y John Donne a la cabeza). Su temblorosa fe, casi escéptica, brilla en algunos versos. Esa música de la razón lúcida, atraviesa el libro.

“Yo quiero amar,/ odiar; pero, alejada/ del sentimiento, la razón pretende/ pensar en un sentir a su medida;// como la natación mal ensayada/ fuera del agua: mientras más se aprende,/ más aleja del mar y antes se olvida.”.

Con destreza que solo Pessoa supo tener, sus sonetos vuelven llano lo abstracto, vívidas las alegorías. Sus piezas dan cause a un equilibrio dinámico único.

No está demás afirmar que estos 35 sonetos ingleses perfectamente entrelazados, de alguna forma representan y condensan buena parte del arte poético de Pessoa, prefigurando su honroso destino. Su estética ensoñadora, lúcida, impersonal, profundamente emotiva, y sin dejar de ser nunca racional. La dialéctica de la desazón y de las otredades, de los heterónimos, y de los desdoblamientos. Fluctuante, especular, infinita. Una poesía en estado de apertura permanente hacia esa misteriosa e insondable ficción: la vida."

Augusto Munaro

35 sonetos ingleses

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"Cuando el gran escritor portugués Fernando Pessoa decide en 1918 publicar 35 sonetos ingleses (“35 Sonnets”), uno de sus libros de versos en lengua inglesa (su primera lengua literaria), ya era un poeta consciente de su oficio, tenía treinta años de vida y desarrollado toda una estética basada en la despersonalización.

Había, por lo tanto, transitado por un amplio arco de escuelas y movimientos posibles: paulismo, interseccionismo, sensacionismo, neopaganismo, neoclasicismo… El soneto en cuanto forma lírica, es uno de los más tradicionalistas de la historia de la poesía. Y Pessoa veía en él, un nuevo (casi inevitable) desafío por conquistar. Pues es una forma conservadora, que exige un trabajo meticuloso con la palabra. Pessoa necesitaba incorporar esa pulsión isabelina para continuar estructurando ideas y sensaciones a su vasto proyecto literario. Un acontecimiento imprescindible para la evolución de su notable programa. No iba a ser tarea fácil. Felizmente (para nosotros, sus agradecidos lectores), lo hizo.

 

Los 35 sonetos ingleses fueron redactados entre 1908 y 1914. Tras su aparición, la publicación tuvo prensa, aunque bastante fría, puesto que celebraban la fuerza dramática y discursiva de cada pieza, pero le recriminaban al autor su afán por recrear, con demasiada exactitud, el genio de Shakespeare, el escritor isabelino por excelencia. En absoluto debemos desestimar estos poemas, como tampoco considerar la obra inglesa de Pessoa como una mera faceta de su poesía juvenil. Acaso lo más admirable y representativo que este autor escribió en inglés sean, precisamente, los 35 Sonnets, ya que articulan la expresión lírica más acabada de su sensibilidad analítica, penetrante y sagaz.

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Los 35 Sonnets son de los mejores que ha dado el poeta en esa lengua extranjera asimilada durante su adolescencia en Durban, Sudáfrica, con una creatividad idiomática que asombra. Análoga, respetando las distancias, claro, a los metafísicos de Inglaterra (Andrew Marvell y John Donne a la cabeza). Su temblorosa fe, casi escéptica, brilla en algunos versos. Esa música de la razón lúcida, atraviesa el libro.

“Yo quiero amar,/ odiar; pero, alejada/ del sentimiento, la razón pretende/ pensar en un sentir a su medida;// como la natación mal ensayada/ fuera del agua: mientras más se aprende,/ más aleja del mar y antes se olvida.”.

Con destreza que solo Pessoa supo tener, sus sonetos vuelven llano lo abstracto, vívidas las alegorías. Sus piezas dan cause a un equilibrio dinámico único.

No está demás afirmar que estos 35 sonetos ingleses perfectamente entrelazados, de alguna forma representan y condensan buena parte del arte poético de Pessoa, prefigurando su honroso destino. Su estética ensoñadora, lúcida, impersonal, profundamente emotiva, y sin dejar de ser nunca racional. La dialéctica de la desazón y de las otredades, de los heterónimos, y de los desdoblamientos. Fluctuante, especular, infinita. Una poesía en estado de apertura permanente hacia esa misteriosa e insondable ficción: la vida."

Augusto Munaro